martes, 13 de octubre de 2009

Arquitectura. Ciudad. Habitar.

La arquitectura procede del lenguaje, como organización del mundo, pero además pone en juego ese territorio de las pasiones en el que omite el lenguaje.La ciudad no es el marco de una mediación entre trayectorias corporales, es un lugar que provoca cortocircuitos del cuerpo que inventa su recorrido, el hombre del interior que se expone al exterior en un espacio público y de la confrontación política como espacio de acción colectiva. El que enmarca y hace coexistir lenguajes heterogéneos que remiten a diversos estratos de la experiencia, la experiencia urbana relaciona, en una dialéctica inalcanzable lo interior y lo exterior, el adentro y el afuera, el centro y la periferia, lo privado y lo público. Experiencia de la libertad y la liberación de las servidumbres, la de los orígenes, la del espacio cuando este inmoviliza el cuerpo.Intervalo, no lugar, símbolo del espacio que queda entre dos lugares, el paisaje no se reduce a una mediación entre lo privado y lo público, entre la avenida bulevar y el domicilio, entre el comercio y la muchedumbre que se vuelca a las calles. Sitio de intercambio de funciones y de ritmos, el paisaje presenta un componente erótico, nos hace pasar, o mejor dicho nos hace deslizar de lo privado a lo público. Si bien pone en relación una cosa con otra, no se presenta como una mediación entre la gran ciudad y el espacio privado, es un marcador de discontinuidad y no continuidad. Constituye, pues, un lugar que hace posible la experiencia urbana. Poner en relación, interviniendo a doble distancia de lo privado y de lo público, la mayor soledad con la multitud.
Mantener juntos cuerpos individuales, cuerpos libres, sin condenarlos a estar demasiado unidos, sin condenarlos a estar demasiado solos. La ciudad convertida en sinónimo de democracia, representa un desafío: mantener juntos en un espacio unificado gracias a ciertas reglas, a una identidad, a una pertenencia histórica, a individuos funcionalmente diferentes llegados todos de otras partes.
No lugares y ciudad virtualSi los no lugares forman un mundo paralelo al de las redes y los flujos, los lugares en los cuales la experiencia urbana es aún un horizonte resultan drásticamente cortados de los flujos que los modelan, comenzando por los no lugares y la ciudad virtual. Si uno quiere rcuperar el sentido de un lugar que no sea un no lugar ni la ciudad virtual, debe comprender que el espacio que caracteriza a estos últimos es un no lugar en el sentido estricto, un fuera de lugar, un cualquier parte. La virtualidad del no lugar lo recorta de la realidad, del entorno de un mundo sin el cual no hay lugar concebible ni vivible.
La forma espacial de los flujos en red o el reino de cualquier parte. La forma espacial de la red y el espacio específico de los flujos están en el origen de los lugares cuya función en favorecer el acceso a los flujos. Según Manuel Castells, el espacio de los flujos combina tres soportes materiales que son otros estratos. El primer estrato se compone de un circuito de impulsos electrónicos que es el soporte material del espacio de lo flujos. Este soporte material electrónico es también el soporte de una forma espacial, la de la red, una forma espacial tanto como lo son la región o la ciudad. Flujo, circuito electrónico y red van a la par y excluyen todo lugar en el sentido de una entidad autónoma. En esta red ningún lugar existe en sí mismo, porque son los flujos los que deciden las situaciones. La red de comunicación es además la configuración espacial fundamental: los lugares no desaparecen, pero su lógica y su significación quedan absorbidas por la red. La infraestructura tecnológica que constituye la red determina el nuevo espacio, así como los ferrocarriles definían las regiones económicas en la economía industrial.
El espacio de los flujos y el tiempo intemporal son así los fundamentos materiales de una nueva cultura que trasciende e integra la diversidad de los sistemas de representación transmitidos por la historia: la cultura de la virtualidad real en la que el simulacro es la realidad en gestación. La ciudad virtual le gana dos veces a un lugar: como ciudad porque puede estar en cualquier parte y al ser virtual, triunfa sobre lo real. Como imagen numérica, no tiene un tiempo propio. El resurgimiento de los lugares, más allá del retorno a lo local que puede valorizar exageradamente los no lugares, obliga pues a reanudar la experiencia del tiempo y el espacio.
La ciudad conquistadaLa ciudad es la realización humana más compleja, la producción cultural más significante que hemos recibido de la historia. Si lo que nos distingue del resto de los seres vivos es la capacidad de tener proyectos, la ciudad es la prueba más evidente de esta facultad humana. La ciudad nace del pensamiento, de la capacidad de imaginar un hábitat, no sólo una construcción para cobijarse, no solo un templo o una fortaleza como manifestación del poder. Hacer la ciudad es ordenar un espacio de relación, es construir lugares significantes de la vida en común. La ciudad es pensar el futuro y luego actuar para realizarlo. Las ciudades son las ideas sobre las ciudades.La ciudad es el sentido el simbolismo, el placer, la emoción, lo que suscita una reacción sensual. La ciudad del deseo es la ciudad que se hace deseable y que estimula nuestros sentidos. Ser ciudadano es sentirse física y simbólicamente en una ciudad como ente material y como sistema relacional, no solo en lo funcional y en lo económico, ni solo legalmente. Se es ciudadano si los otros te ven y te reconocen como ciudadano. La responsabilidad del urbanismo es producir espacio público, espacio funcional polivalente que relacione todo con todo, que ordene las relaciones entre los elementos construidos y las múltiples formas de movilidad y de permanencia de las personas. Espacio público cualificado culturalmente para proporcionar continuidades y referencias, hitos urbanos y entornos protectores, cuya fuerza significante trascienda sus funciones aparentes.
La cultura urbana nunca ha sido homogénea. En las ciudades ha convivido siempre formas culturales cosmoplitas con otras localistas e identitarias, con base cultural sino común, sí predominante, que se expresaba a través del civismo del espacio público ampliamente compartido. En la actualidad el cosmopolitismo de una elite ha derivado en la cultura globalizada mediática, mercantilizada y estandarizada consumida por una gran mayoría por medio de la televisión, la publicidad, la música, etc. Y la cultura popular e identitaria se ha revalorizado y radicalizado en su localismo diferenciador de barrio o de ciudad. Pero se ha hecho más plural por la coexistencia de colectivos culturales diversos debido al peso de las distintas inmigraciones y también por la diferenciación cultural más marcada entre grupos de edad, género, orientación sexual, opciones ideológicas poco estructuradas o minoritarias, sectas, tribus, etc.
La ciudad es la gente en la calle¿Qué es un puente? Preguntaba Julio Cortázar. Y se respondía: es una persona atravesando el puente. ¿Qué es una ciudad? Un lugar con mucha gente que interactúa cara a cara. Un espacio público, abierto y protegido. Un lugar como hecho material y social, productor de sentido. Una concentración de puntos de encuentro.
El hecho de que el espacio público sea el elemento determinante de la forma de la ciudad ya es razón suficiente para atribuirle el rol ordenador del urbanismo y en primer lugar de la trama urbana.

Segregación social del espacio comunal

Los fenómenos urbanos como la diferenciación y estratificación social, se derivan de las acciones de tres factores o rangos básicos: rango social, urbanización y segregación. El análisis de área social mediante el empleo del análisis multivariado ha posibilitado la comparación de diferentes realidades urbanas, desde el punto de vista de los elementos o factores que la definen. Hay tres factores esenciales: status socioeconómico, status familiar y segregación de grupos sociales particulares. Los estudios de áreas sociales tienen como tendencia central, la investigación de la distribución y magnitud de las desigualdades urbanas.

Los modelos clásicos de la estructura espacial de la diferenciación residencial

En 1903, Hurd, citado por Timms (1971) elabora la primera teoría del crecimiento de las ciudades, basándose en dos principios generales: crecimiento central (radial) y crecimiento axial. Teoría fuente de inspiración para los posteriores modelos de diferenciación residencial concéntrico y sectorial.

El modelo concéntrico de la estructura urbana: Burgess en 1925 elabora su modelo concéntrico a partir del análisis de la expansión de las ciudades, basándose en el principio de expansión central o Radial. La primera zona es el distrito comercial central donde producto de la competencia de actividades por localizarse en él, se presentan los valores más altos del suelo, localizándose actividades con mayor rentabilidad permitiendo pagar el elevado costo de su localización. Rodeando el área central están los centros de distribución al por mayor. El centro financiero presenta un gran dinamismo y fuerza expansiva, creando una presión constante sobre la zona inmediatamente adyacente.La segunda zona (de transición) constituye en una zona suburbana en primera instancia, la que producto del crecimiento de la ciudad, entra en una etapa de deterioro residencial. Se empiezan a instalar industrias livianas y la zona se muestra con construcciones antiguas en creciente deterioro ocupada por familias pobres. Hay una especulación por el incremento del valor del suelo por el incremento del centro. La tercera zona es un área residencial de trabajadores de fábricas y tiendas, que en virtud de sus más elevados ingresos se han podido trasladar de la zona dos, dejando a marginados, ancianos, desamparados.
La cuarta zona es el área residencial de los estratos medios de la sociedad, propietarios de sus viviendas o residen en bloques residenciales de cierta calidad. Dentro, se han desarrollado centros comerciales subsidiarios del centro.La quinta zona es de viviendas unifamiliares. Zona suburbana dormitorio de mejor calidad de viviendas.Una sexta es el área agrícola.Este es un modelo abstracto del crecimiento urbano más que empírico que supone un crecimiento rápido, de una población numerosa y la inexistencia de planeamiento urbano.

El modelo sectorial del crecimiento y la estructura urbana: El modelo desarrollado por Hoyt, es más esquemático y se basa en la distribución de los precios de alquiler. Para Hoyt, las unidades vecinales de renta más elevada son las que otorgan el dinamismo y carácter al crecimiento urbano, desplazándose desde el centro de la ciudad, siguiendo una trayectoria definida en sectores. Este movimiento centrípeto de los grupos de status más elevado, desde el centro de la ciudad, a lo largo de radios, se produce en forma simultánea a cambios en la tecnología del transporte, lo que permite el alejamiento paulatino de las poblaciones de renta más elevada, quedando los grupos de menores ingresos con un papel pasivo y contestatario en el proceso de crecimiento de la ciudad. Las áreas de renta elevada se van haciendo más extensas, desarrollándose como abanico desde el centro.Las hipótesis del modelo son las mismas que el concéntrico, suponiendo una población en crecimiento.

El modelo multinuclear de la estructura urbana: Este modelo fue sugerido por Mc Kenzie en 1923, pero precisado por Harris y Ulman en 1945. Se propone que la estructura urbana se organiza en forma de núcleos múltiples, alrededor de los cuales se desarrollan los diferentes tipos de usos urbanos.
Se reconocen cuatro factores que influyen sobre las actividades humanas en la ciudad.
Existen ciertas actividades que requieren condiciones especiales para su localización.
Repelencia de ciertas actividades entre sí (ocupación residencial con industrial)
Imposibilidad de de ciertas actividades que no pueden pagar el costo de una localización preferencial (uso residencial para sectores de bajos ingresos)
Ciertas actividades se benefician al localizarse junto a otras (áreas industriales con mano de obra)

El modelo no explica el tamaño ni la ordenación espacial de los distintos núcleos y no es capaz de explicar la estructura de las ciudades.